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Foto del escritorDr. Ruth Marí Calderón

La tormenta del 2020 - COVID -19

Actualizado: 5 nov 2020

Todos estamos tratando de adaptarnos a esta nueva realidad con la esperanza de que acabe pronto la pandemia, aunque es imposible predecir cuánto durará y qué consecuencias tendrá para todos. Nos toca estudiar más leer mucho más y conocernos más .


Que mucho nos recuerda todos los días la vida donde las enfermedades y crisis no hacen diferencia entre personas y afectan a todos por igual.

Los seres humanos tratan de marcar diferencias económicas, sociales o culturales, pero el COVID-19 nos recuerda que todos podemos enfermarnos y que todos estamos interconectados y nos necesitamos unos a otros. No importa en qué país vivamos, qué edad tengamos o a qué nos dediquemos, todos somos importantes y necesarios en este mundo. Solamente se puede detener la propagación del virus con la colaboración fraterna de todos. En este proceso y pandemia del COVID -19 nos toca entender nuestra dependencia del Ser Supremo Dios. Leí una frase que dice: "no somos dioses sino seres frágiles." Me gustó muchísimo, este fue José Carlos Bermejo, director del Centro de Humanización de la Salud, obra de los religiosos camilos en Tres Cantos (Madrid), explica que, “no se puede evitar dejarse interpelar con ocasión de un nuevo mal que pone en jaque el equilibrio social y económico.

Una enfermedad es siempre un desafío para preguntarse qué hay detrás. Y lo que se manifiesta es la vulnerabilidad humana y las pocas seguridades con que contamos. No somos dioses, sino creaturas frágiles”.

Quisiera compartirles de todo corazón que Dios está cercano y es nuestro refugio en medio de las tormentas y las catástrofes que enfrentemos. 

No importa si los problemas son pequeños o grandes o si las consecuencias parecen imposibles de soportar, nuestro Dios es la única fuente de verdadera seguridad y podemos confiar en El. Dios cuida de nosotros como lo menciona el Salmo 121 y podemos corroborarlo a lo largo de toda la Escritura y muchos lo hemos experimentado durante nuestras vidas.


Sufrimos como todos los demás, pero lo podemos hacer con la paz que Dios nos da al saber que nuestro Padre Celestial está al pendiente de nosotros. El miedo ha ocasionado que en los Estados Unidos la venta de armas haya aumentado considerablemente y en el mundo entero las compras de pánico de artículos como el papel de baño se han dado de manera casi incontrolable.


Dios no nos ha dado un espíritu de temor, sino de poder, amor y dominio propio (2 Tim. 1:7) que nos permite enfrentar las circunstancias confiados y en completa paz (Isaías 26:3).


Enfrentemos esta tormenta del COVID - 19. Por esto les regalo 4 puntos para enfrentar esta tormenta

1. Recuerda siempre que Dios siempre esta en Control. Entiende que no estas en control de nada, aunque parezca que si. El Señor Jesús jamás se desesperó, jamás entro en pánico y jamás se asusto como sus discípulos y eso fue por una sencilla razón Dios aun esta sentado en su trono y nada lo moverá de allí. Suelta el control y dejare guiar por El. Escucha lo que El te dice que hagas, a tu manera el asunto fracasara. Dale una oportunidad de dirigir el barco de tu vida y veras como la situacion cambiara. 2. Busca a Dios. En medio de las tempestades siempre hay poca visibilidad y el espacio de tiempo para pensar en una salida es casi nula por el apremio de salir de la situacion; lo que conlleva a cometer muchos errores por tomar decisiones apresuradas. Mejor detente y busca a Dios, lee y medita en su Palabra. Para cada situacion Dios tiene una salida, solo necesitas permitir que sea su Palabra la que guie tus pasos.


Jesus se levanto, y ordenó a la tempestad cesar. El tiene el poder para hacerlo, toda la creacion fue sometida a sus pies. La Palabra de Dios cuenta con principios, no solo para detener las tempestades; sino para evitarlas por completo e incluso darte la habilidad para detenerlas por la fe en Cristo.


Deja el orgullo de lado y reconoce que a tu manera las cosas no van bien; y buscalo. Al que llama se le abre; el que busca halla. Buscalo y el no te fallara. 3. La Ultima Palabra la tiene Dios. No importa cual sea la tempestad, recuerda Dios tiene la ultima palabra siempre. No es la situacion, no es el hombre, no es la tempestad; es Dios. No hay tempestad que se resista a El, no hay crisis financiera que dure para siempre, no hay disturbios familiares que dure para siempre, no hay enfermedad que el no pueda sanar, no hay puerta cerrada que el no pueda abrir. Dios tiene la ultima Palabra, creele a El.


Fe es la certeza de lo que se espera y la conviccion de lo que no se ve (Hebreos 11:1). 4. Las tempestades te Preparan. Te preparan a enfrentar otras tormentas de la vida, te dan experiencias, pero tambien te acercan mas a Dios. Jesus pudo ver el corazon de sus discipulos; saber que aun no estaban preparados para la mision que El les tenia preparados. Y ellos pudieron percatarse de la necesidad de El y su incapacidad de vencer las tempestades sin Dios en sus vidas.


Nunca te rindas ante una tempestad, no desmayes. Buscalo, creele y ten Fe. Que la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento sea contigo hoy y oro en el nombre de Jesus que toda tempestad en este momento cese.



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